domingo, 25 de mayo de 2008

Un mundo feliz

"Se produjo un silencio incómodo. Algunos muchachos se sonrojaron. Todavía no habían aprendido a identificar la significativa pero a menudo muy sutil distinción entre obscenidad y ciencia pura. Uno de ellos, al fin, logró reunir valor suficiente para levantar la mano.
- Los seres humanos antes eran... -vaciló; la sangre se le subió a las mejillas-. Bueno, eran vivíparos.

- Muy bien -dijo el Director, en tono de aprobación.

- Y cuando los niños eran decantados...

- Cuando nacían -surgió la enmienda.

- Bueno, pués entonces eran los padres... Quiero decir, no los niños, desde luego, sino los otros.

El pobre muchacho estaba abochornado y confuso.

- En suma -resumió el Director-, los padres eran el padre y la madre -la obscenidad, que era auténtica ciencia, cayó como una bomba en el silencio de los muchachos, que desviaban las miradas.- Madre -repitió el Director en voz alta, para hacerles entrar la ciencia; y, arrellanándose en su asiento, dijo gravemente-. Estos hechos son desagradables, lo sé. Pero la mayoría de los hechos históricos son desagradables. (...). Porque deben ustedes recordar que en aquellos tiempos de burda reproducción vivípara, los niños eran criados siempre con sus padres y no en los Centros de Condicionamiento del Estado.




Un mundo feliz, Aldous Huxley.

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